Como apuntaba anteriormente, comencé
Respondiendo a mis expectativas, la novela es parca en argumento pero rica en matices, en construcción de personajes, en reflexiones sobre la naturaleza de las emociones. El argumento es sencillo. María Dolz, trabajadora en una editorial, observa desde hace años a una pareja de mediana edad que desayuna todos los días en la misma cafetería que ella. Envidia sanamente (si es que hay alguna envidia que lo sea) lo enamorados que parecen estar. Al cabo del tiempo él es asesinado por un vagabundo y María a través de un encuentro fortuito se aproxima a su viuda y a Javier un amigo de la familia que parece ahora ocuparse de que a ella no le falte de nada. No todo es lo que parece. No hay giros inesperados, pero dentro de la lenta trama la lectura me ha resultado cautivadora. Un libro muy bien escrito, lo cual hace que se lea también muy bien. Seguiré leyendo al autor.
Dejo algunos fragmentos de la prosa de Javier Marías (páginas 161 y 308, respectivamente):
Acabé la lectura en Nueva York donde tuve oportunidad de conversar de este y otros libros con JJ.