El pasado jueves 9 de noviembre de 2023, tuve el honor de asistir a una cena de gala muy especial organizada por el Colegio Profesional de Economistas de Granada. Este evento no fue sólo una reunión más de colegas y profesionales; fue una noche donde se reconoció a un hombre extraordinario, mi padre, Miguel Romero Sánchez, como colegiado de honor.
Mi padre ha representado un papel clave en el mundo profesional y colegial de Granada en las últimas décadas, desde la presidencia durante años del Ilustre Colegio Oficial de Titulares Mercantiles de Granada. Entre sus logros más destacados está su papel fundamental en la fusión de los colegios de titulados mercantiles y economistas, tanto a nivel nacional en el nuevo Consejo General de Economistas, como a nivel andaluz. Su esfuerzo dio lugar al nacimiento del nuevo colegio en nuestra ciudad. Recuerdo vívidamente los años de arduo trabajo, negociaciones intensas y búsqueda constante de consenso, una habilidad en la que mi padre siempre ha destacado.
La cena fue un evento emocionante, repleta de caras conocidas y compañeros que han sido testigos y partícipes de la trayectoria de Miguel. Personas como Valentín Pich, el presidente del Consejo General de Economistas, se tomaron un momento para hablar, a través de una intervención grabada, y reconocer el trabajo incansable que mi padre ha realizado a lo largo de los años. Además, destacaron su actual rol como presidente de REFOR, el registro dedicado a temas concursales en el Consejo a nivel nacional.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando mi padre tomó la palabra. Recordó las innumerables relaciones y amistades que ha forjado a lo largo de los años con diversas instituciones, desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía hasta la Agencia Tributaria, y por supuesto, con muchos colegas y amigos y amigas de la profesión. No puedo dejar de mencionar su especial reconocimiento a mi madre, Charo, quien ha sido su pilar, apoyándolo incondicionalmente en su carrera profesional y su dedicación colegial, a pesar de las muchas horas que esto le ha restado a la familia y a su equipo en su despacho.
Esta jornada me sirve en lo personal como un recordatorio del modelo que él representa para mí. A pesar de nuestros diversos caracteres y formas de ser, mi padre es un referente en gestión, motivación de equipos y en la creación de una visión común hacia la que todos debemos esforzarnos. Su ejemplo es la guía que busco seguir en mi propia actividad de gestión, tanto en la universidad como en mi labor en el Consejo General de Economistas, liderando actualmente ReDigital, el Registro de Economía y Transformación Digital.
Fue, sin duda, una noche para recordar y un merecido homenaje a un hombre que ha dedicado su vida a su profesión y a su comunidad. Su legado y su influencia continúan resonando en aquellos que hemos tenido la fortuna de conocerlo y aprender de él.