El Design
Actualmente recibe una gran atención en escuelas de negocios y en centros de innovación social, en conexión con otros enfoques con los que comparte algunos puntos en común, como es el caso de Lean Startup. Como ya expuse hace unos años, se trata de adoptar algunas de las dinámicas empleadas en la disciplina del diseño y que son extensibles a otros ámbitos: de alguna forma se trata de “una invitación a pensar como diseñadores”.
El Design Thinking se estructura en cinco fases sobre las cuales podemos volver en cualquier punto del proceso.
La metodología nos permite trabajar en equipo para desarrollar innovaciones de manera abierta y colaborativa. Persigue estimular la cooperación y la creatividad rompiendo con ideas preconcebidas con el fin de generar opciones innovadoras para abordar problemas o mejorar situaciones. Al tiempo que sistematiza la búsqueda de conocimiento desde la empatía o el proceso creativo, también ayuda a sistematizar algo especialmente difícil, a desaprender (unlearning) a aplicar la primera solución que se nos viene a la mente sin esforzarnos en ir más allá del conocimiento previamente adquirido.
El Design Thinking pone en el centro a las personas, no tanto con la visión de una investigación de mercado sino con la mirada de un etnógrafo, que observa y también puede participar en la comunidad que investiga. Entre los beneficios que presenta destaca la empatía con los usuarios para los que se diseñan soluciones, la flexibilidad y el coste, así como la posibilidad de movilizar y comprometer esfuerzos en torno a una visión compartida. Siempre es necesario evitar la miopía de acabar diseñando algo únicamente para un usuario y no para un conjunto de personas que comparten unas características. Se trata de un difícil equilibrio.
El Design Thinking centra sus esfuerzos en empatizar con los usuarios, en generar ideas creativas y en confrontarlas continuamente con el usuario a través del prototipo como instrumento de aprendizaje sujeto a la evaluación de los interesados. Se concibe como un proceso iterativo en acercamiento progresivo a una solución mejor. Para ello se debe cambiar la concepción del trabajo como algo cerrado con una entrega final y definitiva para cambiarla por un proceso de gestión de la incertidumbre y del fracaso. La evaluación en Design Thinking no tiene como resultado una calificación sino un aprendizaje. No es el final del proceso sino que da pie a una nueva acción: la implementación de mejoras.
Resumiendo, las características claves del Design Thinking son:
- Diseño centrado en las personas: valor de la empatía.
- Experimentación y prototipado: se trata de una parte integral del proceso de innovación. Se prototipa para aprender y pensar.
- Orientado a la acción.
- “Muéstralo, no lo cuentes únicamente”: genera experiencias, cuenta historias, sé visual.
- El poder de la iteración: ciclo tras ciclo llegamos a una mejor solución.
Una experiencia Design Thinking en poco más de una hora
Existen diversas formas para concretar una metodología de Design Thinking. En concreto en este caso presento una aproximación al Design Thinking que en poco más de una hora nos va a servir para acercarnos al proceso. Por supuesto la materialización del mismo en un caso real dista mucho de algo que se pueda realizar en una hora; sin embargo, desde la orientación a la acción y aplicando una visión práctica puede servir como un primer paso para adentrarnos en la metodología. Nuestra propuesta está adaptada a partir de la que formula la dschool de Stanford.
Si deseas llevarla a cabo puedes utilizar el siguiente documento en pdf con licencia Creative Commons para distribuirlo entre los participantes y también la siguiente presentación que está preparada con contadores de tiempo para hacer más sencillo el trabajo.
Una vez realizada la experiencia es importante centrarse en las preguntas finales que justamente nos van a permitir tomar conciencia y generar sentido sobre lo vivido.
- ¿Cómo se ha visto influido el diseño de tu prototipo por el hecho de estar en contacto directo con el usuario final a lo largo de todo el proceso?
- ¿Cómo te sientes al mostrar un trabajo inacabado a otra persona?
- ¿Qué te ha parecido el ritmo de trabajo? ¿Rápido o lento en relación con el modo en que tu trabajas?
- A la vista del resultado, ¿qué cambiarías del proceso: la formulación del problema, el grado de empatía con tu compañer@, generarías más soluciones alternativas, cambiarías el prototipo?
Te animo a que incorpores en comentarios otras preguntas, enfoques o sugerencias que puedan enriquecer esta metodología.