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Bootstrapping o cómo emprender con nuestros propios recursos

Conversando recientemente con Antonio Zugaldía (@zugaldia) descubrí el concepto de bootstrapping. Las bootstraps son las cintas que se incorporan en la parte superior de una botas para facilitar el calzárselas uno mismo. Esta idea de realizar algo por uno mismo sin ayuda exterior es la que recoge la expresión bootstrapping. Si bien tiene acepciones en diferentes campos (informática, estadística), aquí nos referimos al campo empresarial. Montar un negocio por uno mismo sin ayuda financiera externa no es nada nuevo, si bien como me apuntaba Antonio, en el contexto de crisis económica se ha hecho popular como forma de emprender en los Estados Unidos.

En el ámbito de los negocios, bootstrapping hace referencia a aquellos emprendedores que emplean sus propios ahorros y los ingresos generados por la actividad para montar y mantener su empresa en lugar de depender de financiación externa en forma de préstamos o inversiones en capital. Frente a la fórmula del venture capital, el emprendedor mantiene el control sobre el negocio, aunque también afronta todo el riesgo y dispone de una escasa capacidad de inversión.

Algunas ideas clave para llevar a cabo este tipo de emprendimiento serían: céntrate en desarrollar la idea (acción), disminuye las expectativas inmediatas concentrándote en realizar avances progresivos, haz que la idea de negocio sea modular y fácilmente escalable. Iniciar el negocio de una manera reducida no es un fracaso sino una estrategia para hacer viable el gran proyecto.

Un objetivo clave es la obtención de tesorería. Esto se puede conseguir ofreciendo importantes descuentos que también permitan fidelizar una clientela que actúe como embajadora de tu negocio. Busca igualmente líneas de financiación por parte de los proveedores. Explicar el modelo de negocio y los planes de la empresa puede contribuir a conseguirlo.

Otras recomendaciones para el bootstrapping son:

  • Valida tu idea de negocio. No pidas opinión simplemente a amigos. Asegúrate de preguntarle a gente imparcial, con experiencia en el área y, si es posible, a potenciales clientes.
  • Déjate aconsejar por un mentor que critique libremente tus decisiones y planes. No tiene que ser un acuerdo formal.
  • La obsesión son los clientes. Los primeros clientes son clave. Hay que superar sus expectativas, entender sus necesidades, conocer cómo han llegado hasta ti. Ellos serán los mejores embajadores de tu producto o servicio.
  • Reinvierte todos los recursos en el negocio. Hay que mejorar el producto o servicio a toda costa, no empeñarse en obtener beneficios desde el primer momento.
  • Consigue una base amplia de nuevos clientes. Ello te permitirá acabar encontrando los mejores en los que invertir el máximo de esfuerzo.
  • Empieza tu campaña de marketing antes de estar listo para estar en el mercado. Abre el proceso de creación del negocio generando una expectativa en los potenciales clientes.
  • No lo hagas solo. Encuentra un buen socio que esté tan apasionado como tú por el proyecto.

Bootstrapping constituye también una opción cuando dispones de un trabajo remunerado que te proporciona recursos financieros regulares para ir trabajando en la implementación de la idea de negocio. Ello implica mayor independencia dado que no todo depende de que tu negocio salga bien o mal, dejando libres recursos para una mayor creatividad. Si se sigue esta opción es importante no descuidar los deberes laborales y sobre todo preservar la reputación profesional. Para ello, revisa las condiciones laborales que tengas por si existiera alguna incompatibilidad o conflicto de intereses, sé discreto en el desarrollo de la idea de empresa, no trabajes en tu startup en horario laboral y preserva las relaciones sociales y tu reputación, pues siempre puede ser útil a posteriori cuando se abandone dicho trabajo.

Referencias

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Esteban Romero Frías

Catedrático de la Universidad de Granada. Vicerrector de Innovación Social, Empleabilidad y Emprendimiento. Innovando desde MediaLab UGR. Transformando desde ReDigital.