Gracias a Tamara (@tamagr86)
Son muy buenos los recuerdos de aquel año 2007 en el que Antonio y yo participamos en el programa de prácticas de la Comisión Europea. Él trabajaba en DG Research en la aplicación del 7º programa marco de investigación. Yo lo hacía en DG Internal Market, en la aplicación de la 8ª Directiva de auditoría de cuentas. De allí nuestros caminos partieron a Washington, por su parte, para trabajar en la Organización Mundial de la Salud, tras un tiempo en Bruselas, y a Granada, en mi caso, a desarrollar mi carrera como profesor de la Universidad de Granada, realizando diversas estancias en Canadá, Inglaterra, Holanda, Francia y México. Mirando hacia atrás todo empezó con aquellas cervezas en Place Lux, peleando con un francés que nunca llegamos a dominar y siguiendo siempre la dirección que nuestra inquietud e intuición nos marcaba. Sin saber exactamente hacia dónde, pero siempre lejos.
De algo sirven estos reencuentros fortuitos en la sección de viajes de un periódico digital. Ahora que ilustramos la fama de cervezas belgas es buen momento para pensar que no hay mejor forma de llenar la mente, el alma y las vivencias de cada cual que saliendo de casa y dejando sorprenderse por aquellos parajes a los que a veces el viaje nos conduce. Salir para quedarse a donde se va o para regresar pero siempre siendo más.
¡Una Jupiler a vuestra salud, aunque en la foto bebíamos una Leffe y una Maes!