Os dejo mis recomendaciones en relación con la puesta en marcha de un proyecto de innovación docente con herramientas 2.0. Las mismas han sido elaboradas a propósito de una comunicación sobre innovación en el encuentro que ACEDE (“Experiencias
En total son 10 recomendaciones. Publico las cinco primeras. Si os pueden servir de ayuda o inspiración, habrán sido de provecho. Dejad las vuestras en comentarios, si tenéis. Uno de los proyectos en cuya experiencia se basan estas líneas es Descuadrando, la enciclopedia abierta de empresa (enciclopedia y blog).
1.- Explora y conoce bien las herramientas antes de diseñar el proyecto. De nada vale emplear una herramienta de moda, si no conocemos sus características, sus códigos de conducta, su modo de funcionamiento. Esto también nos ahorrará tiempo y problemas, evitando comprobar tiempo después que el tipo de herramienta que habría sido apropiado utilizar de acuerdo con los objetivos de nuestro proyecto era distinto. Para ello siempre es útil buscar información en Internet y hablar con compañeros que hayan empleado estas herramientas y puedan dar una opinión cualificada basada en la experiencia.
2.- Enseña el funcionamiento de las herramientas a los usuarios. Aunque trabajemos con jóvenes que utilizan muchas de las herramientas 2.0 en su vida social, no debemos dar por supuesto que conocen su funcionamiento. Tampoco debemos asumir que si algo funciona para el ocio o las relaciones personales, debe funcionar también con objetivos educativos. Por lo general, se debe educar en las formas de utilización de las herramientas, para lo cual se requiere paciencia y mucha creatividad por parte del docente.
3.- Prima la calidad frente a la cantidad. Es conveniente no tener expectativas demasiado altas en cuanto a la participación esperada. La mayoría de los usuarios de Internet son meros espectadores, consumen contenido, sin crear contenidos de manera explícita. Por lo general, pocos usuarios activos bastan para generar contenido y conexiones. Busca tus aliados clave en el proyecto.
4.- Trabaja las redes sociales. Cada servicio cumple una función determinada o tiene un uso social específico. Por ejemplo, los wikis están indicados para la elaboración de contenidos de forma colaborativa y con un ánimo de permanencia. El componente cronológico no es determinante, ya que el usuario lector siempre accede a una versión final del mismo. Los blogs, por su parte, están muy indicados para generar contenidos en los que el carácter temporal de la información es relevante. Las redes como Twitter, Facebook o LinkedIn permiten distribuir la información, compartiendo por lo general enlaces a otros recursos del propio proyecto o externos a él. El empleo de cada de estas herramientas es muy distinto. Facebook tiene un componente más social y de ocio, aunque se emplea también eficazmente con otras motivaciones. LinkedIn es una red social basada en intereses profesionales, por lo que la parte social queda en segundo plano. Twitter por su parte permite distribuir entre tus seguidores información en forma de mensajes cortos e hiperenlaces, al tiempo que permite también seguir la información que comparten otros usuarios. Son sólo unos ejemplos indicativos. En todo caso, es difícil imaginar que al iniciar un proyecto 2.0, un único servicio pueda satisfacer todas las necesidades o explotar todo el potencial del mismo.
5.- Sé constante y disciplinado. Iniciar un proyecto con herramientas 2.0 supone asumir un compromiso de trabajar las redes que conforman los participantes, usuarios, editores, lectores del mismo. No basta con montar un wiki o escribir una vez en un blog. Es preciso ser constante y disciplinado en la creación de contenidos, en la respuesta a las cuestiones que se formulan, en comentar los contenidos que crean otros.
Continuará con las 5 recomendaciones siguientes.